Obras

Música para 18 cosas

dedicado a Steve Reich y al filósofo Luca De Pietri

 

 

Música para 18 cosas cuestiona qué esperamos de las personas. ¿Porqué lo primero que hacemos al conocer a alguien es preguntarle a qué se dedica, estableciendo filtros para nuestro entorno de relaciones?

“Sin ser músico ni luthier, decido componer una obra musical para ser interpretada por una orquesta utilizando instrumentos construidos por mí, de manera inconvencional, cuestionando también cómo esperamos que sean las cosas, además de las personas. Buscando el absurdo, decido también inspirarme en la obra maestra de uno de los mayores compositores contemporáneos, Music for 18 musicians, de Steve Reich. De hecho le dedico la obra, pero esta no es la música, ni los instrumentos, sino el hecho de que yo haga algo que no esperen que haga.”

Al igual que en la obra de Reich, pulsación y respiración aluden al tiempo y a la vida. El concierto empieza cuando un estetoscopio con micrófono hace que su corazón suene en directo en los altavoces, haciendo de metrónomo en la parte inicial de la obra, que se divide en ocho secciones: pulsación, respiración, crecimiento, tormento, caos, armonía, respiración y pulsación; creando un círculo a través del existir, el crecer y el tormento causado por la sensación de que el mismo crecimiento genera aun más dudas.

Música para 18 cosas está llena de elementos que marcaron mi vida en las últimas décadas. Mis deseos, frustraciones y realizaciones respeto a lo que hice, a lo que hago y lo que todavía me gustaría hacer, cuestionando el que somos, con más y más preguntas en cada momento.”

 

 

Play fragmentos de Música para 18 cosas

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Música para 18 cosas tuvo su première en junio de 2010, en Italia, en el festival Il Corpo Violato, promovido por Artphilein Foundation.

 



Con el apoyo de

 

 

 

 

 

Réquiem para 2 Basuróphonos

 

 

Basándose en la idea de un futuro hipotético en el cual un personaje que nunca hubiera visto instrumentos musicales decidiera construirlos, sin conocimiento técnico ni recursos, Simoes construyó dos instrumentos similares a un violonchelo y un contrabajo, con materiales encontrados en las calles de Barcelona, los Basuróphonos.

La instalación audiovisual, con imágenes de las montañas de desperdicios generadas cada día, se proyecta sobre una serie de 3 pinturas, 6 x 1,3 metros, que representan el vacío que dejaremos un día con nuestra ausencia.

Réquiem para dos Basuróphonos, es un diálogo entre los dos instrumentos, un lamento que gira alrededor de si mismo en una pieza que alude al que estamos haciendo... acelerando.

 

 

 

 

 

 

Réquiem para 2 Basuróphonos tuvo su première en 2006, en Suiza, como parte integrante de la exposición de Luiz Simoes VERTIDOS. Posteriormente se presentó en Madrid en 2008 y en Murcia en 2009.

 

 

 

 

 

Eva, Adán y las cosas

 

Vídeo de 13 minutos de una perfórmance de danza en la cual Eva (Sol Vázquez) y Adán (Bebeto Sidra) extraen objetos de una bolsa gigante que metafóricamente representa la tierra.

Música para Basuróphonos da gamba, mezzo y basso, voz femenina, percusión y serrucho, compuesta e interpretada por Ewa Wikström, Ivo Saint, Iván Lorenzana, dirigidos por Luiz Simoes.

Pantalla de 32 pulgadas, media player e hierro oxidado. 13 x 90 x 120 cm.

 

 

 

 

 

Play fragmento de Eva, Adán y las cosas

 

 

 

Eva, Adán y las cosas tuvo su première en 2008, en Madrid. En 2009 se presentó en la Bienal de La Habana con otras obras del proyecto Las cosas, de Luiz Simoes.


Con el apoyo de

 

 

 

 

 

 

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Pintura acrílica, óxido e hidróxido de hierro, cuerdas de piano y chelo sobre

lienzo y madera con bastidor de hierro. 200 x 105 x 7 cm.

 

 

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